La Navidad es una época marcada por las tradiciones. Cada familia tiene las suyas pero la mayoría son muy similares. Una de estas tradiciones que está presente en casi todas las casas, al menos en las que hay niños, es el calendario de adviento. ¿Te has preguntado alguna vez de dónde viene esta curiosa tradición? ¿Qué significan esas ventanitas que abrimos cada día del mes de diciembre hasta llegar a la Navidad? Pero, sobre todo, ¿te gustaría saber si existe un calendario de adviento para apasionados de la cerveza como tú? (Spoiler: Sí).
Acompáñanos en este viaje de descubrimientos navideños.
Un calendario de adviento cuenta los días desde el día 1 de diciembre hasta el 24 o el 25, es decir, el día del nacimiento de Jesús según la tradición cristiana. La gracia de este calendario es que está diseñado con una serie de casillas tapadas por una ventanita y cada día se abre una. Dentro, se esconde una pequeña y agradable sorpresa, como un chocolate, un juguete, una frase motivadora o chiste o una imagen o pequeña fotografía.
El objetivo principal de estos calendarios de adviento, es crear expectación y alegría en los niños y en los adultos que esperan la llegada de la Navidad.
Lo primero que debes saber es que se denomina “adviento” al periodo de cuatro semanas antes de la Navidad durante el cual, distintos grupos de creyentes hacen diversas preparaciones.
Allá por el siglo XIX en Alemania, los protestantes tenían la tradición de marcar con una vela o con una marca de tiza, los días que faltaban para el 25 de diciembre. Por supuesto, esta tradición fue evolucionando para captar el interés de las nuevas generaciones de niños.
En el caso del calendario de adviento, su atribución más habitual es a un editor alemán llamado Gerhard Lang, quien se inspiró en cómo su madre, cuando él era niño, le preparaba un calendario con 24 cartones que contenían dibujos o versos. Con esta inspiración, Lang publicó su primer calendario impreso en 1908, al que añadió ventanas que se podían abrir para revelar las distintas imágenes.
Esta invención se hizo sumamente popular en Alemania y en otros países europeos cercanos. Lamentablemente, su producción se interrumpió durante la Segunda Guerra Mundial, debido a la escasez de papel y a las restricciones impuestas por el régimen nazi.
Sin embargo, la tradición, lejos de desaparecer, se retomó casi inmediatamente después del conflicto y los calendario de adviento empezaron a evolucionar para incluir algo más que imágenes religiosas y versos bíblicos. Ahora, en su interior, podían encontrarse chocolatinas, caramelos, pequeños juguetes y otros regalos. También se adaptaron a diferentes culturas y religiones, incorporando elementos como el Hanukkah, el Kwanzaa o, simplemente, el invierno.
Hoy en día, los calendarios de adviento son una forma divertida y original de contar los días hasta la Navidad y crear así, mayor expectación, y hay opciones para todos los gustos y edades.
En Moritz no creemos que la magia de la Navidad sea algo exclusivo de los más pequeños. Los adultos también tienen derecho a vivir la ilusión de esta época al máximo, incluso si sus gustos han evolucionado y ahora tienen otros intereses más allá del chocolate y los pequeños juguetes.
Por eso, hemos diseñado para todos esos adultos amantes de la cerveza, un calendario de adviento muy especial, pensando exclusivamente para ellos.
El único problema de nuestro calendario de adviento es que no estamos muy convencidos de que vayas a poder resistir la tentación de abrir cada ventanita antes de tiempo. Especialmente después de que te demos un adelanto de algunos de los tesoros que puedes encontrar detrás de cada una: Una camiseta, una totebag, calcetines, un imán, un vaso de cerveza… ¿qué será lo siguiente? Emoción, intriga…
De todas formas, no te preocupes, porque no vamos a poner una alarma que nos avise de si abres más de una ventanita en un día.
¿Y tú? ¿Ya tienes tu calendario de adviento de cervezas de Moritz? Vive la magia y la ilusión con la misma intensidad que cuando eras pequeño y cuéntanos tu experiencia en nuestras redes sociales. ¡Queremos conocerla!
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