¿Cómo es la elaboración de cerveza? Conoce cómo surge la magia
Dicen que un buen mago nunca revela sus secretos pero a nosotros nos parece un poco egoísta tener la clave de la bebida de más deliciosa y popular del mundo y no compartirlo con todos los aficionados a la cerveza.
Así que hoy vamos a dejarte echar un vistazo al proceso de elaboración de la cerveza para que tu también puedas participar en la magia.
Así es el proceso de elaboración de la cerveza
Casi desde que los seres humanos empezaron a cultivar los campos, comenzaron también a crear bebidas variadas con el grano. La elaboración de la cerveza es un proceso milenario que se basa en la fermentación de azúcares naturales de cereales como la cebada y que ha ido evolucionando a lo largo del tiempo.
Hay cinco etapas principales que se siguen a la hora de hacer la elaboración de cerveza: malteado, macerado, cocción y fermentación. ¡Seguro que nunca habías tenido tantas ganas de tomar apuntes!
Paso 1: Malteado
Como ya sabes, la malta en la cerveza es el ingrediente clave, el que le aporta su personalidad única y ese sabor que tanto te gusta. Para poder obtener la malta, es necesario someter al grano de cebada (o del cereal que hayamos elegido) a un proceso llamado malteado. Con este proceso no solo se germina y se seca el grano sino que se activan las enzimas que transforman el almidón del grano en azúcares fermentables. ¿Cómo se logra esto? La teoría es muy sencilla: Solo hay que humedecer el grano y dejarlo unos días para que germine, siempre a una temperatura y humedad controlada. Posteriormente, se seca con aire caliente. Dependiendo del tipo de malta que quieras obtener, se requerirá una mayor intensidad y duración de este último proceso.
Paso 2: Macerado
Este proceso también es crucial para conseguir la mejor cerveza, puesto que sin azúcares no hay proceso de fermentación. Para poder extraer los azucares de la malta, esta se muele y se mezcla con agua caliente a entre 60 y 70ºC. Esta mezcla se deja reposar durante, más o menos, una hora, dependiendo también del tipo de cerveza que se quiera fabricar. De esta forma, se consigue que los azúcares del cereal se descompongan en cadenas más fáciles de fermentar. Al final de esta fase, se obtiene un líquido bastante turbio y de sabor dulce que se denomina mosto.
Paso 3: Cocción
El siguiente paso, (paciencia, joven padawan), consiste en hervir el mosto durante otra hora más. El objetivo es esterilizarlo, concentrarlo y aromatizarlo. Durante la cocción, se añaden diferentes tipos de lúpulo, que es el ingrediente que le aporta amargor, aroma y conservación a la cerveza. El lúpulo se puede añadir en distintos momentos de la cocción, según el efecto que se quiera conseguir. Cuanto antes lo añadas a la mezcla, más amargor obtendrás, mientras que si lo añades hacia el final del proceso, conseguirás un aroma más concentrado. Cualquier otra especia o añadido que se quiera incluir en la cerveza, se añade durante el proceso de cocción.
Paso 4: Fermentación
A continuación, llega el proceso de fermentación con el cual se transforman los azúcares en alcohol y gas, por acción de la levadura. Para conseguirlo, hay que escoger una levadura concreta, (de alta o baja fermentación dependiendo de la temperatura que necesite para actuar). Dependiendo del tipo de levadura que utilicemos, lograremos una cerveza más afrutada y de matices complejos o cervezas más limpias y suaves. Por ejemplo, las cervezas lager o pilsner, se obtienen con levaduras de baja fermentación.
Paso 5: Maduración
Llega el último paso (¡por fin!). Después de la fermentación, es necesario que el producto final repose en tanques, barricas o botellas. Este es el periodo de tiempo en el que la cerveza termina de adquirir todo su sabor, aroma y textura. Este proceso es el que más tiempo lleva. Además también será necesario clarificarlo para retirar cualquier posible resto solido que haya podido quedar de los pasos anteriores.
Finalmente, el proceso de elaboración de cerveza se da por terminado y los cerveceros como tú podéis disfrutar del resultado final que tanto os gusta.
