Cómo tirar una caña de cerveza bien y no caer en el intento

¡Cómo nos gusta una caña de cerveza en nuestro bar de siempre! Especialmente cuando el calor empieza a llamar a nuestras puertas. Hay muchos factores que influyen en la elección de un bar habitual pero uno de los más importantes es que el camarero sepa cómo tirar una caña de cerveza como debe ser.

No todas las cañas son iguales, ni mucho menos. Tirar una buena caña es un arte que requiere de técnica, precisión y cuidado, y que puede marcar la diferencia entre una experiencia placentera y una decepcionante.

Si quieres impresionar con tus conocimientos o sirviendo cañas magistrales a tus amigos, este artículo te interesa.

¿Qué determina una caña perfecta?

El cervecero padawan puede darse por satisfecho con cualquier cosa. Pero al que es todo un maestro, no se la dan con queso. Sabe reconocer a la perfección los tres elementos de una caña que determinan si es perfecta o aún puede mejorarse:

  • La crema o espuma: es la capa que cubre la superficie de la cerveza. Actúa como aislante para evitar que se oxide o pierda el gas. El grosor ideal de la crema es de unos dos centímetros, ni más ni menos.
  • El carbónico: son las burbujas que se forman en el interior de la cerveza, y que le dan ese toque refrescante y chispeante. Realza el sabor y el aroma de la cerveza, por lo que hay que conservarlo lo mejor posible.
  • Los aros: Si prestas atención, por cada sorbo que das, la crema deja una marca en las paredes del vaso. Cuanto más claras y definidas sean, mejor habrá sido el tiraje.

Cómo tirar una caña de cerveza paso por paso

La pregunta del millón, es, no obstante, ¿cómo lograr el equilibrio perfecto de estos tres elementos? ¿Qué clase de alquimia o magia negra es necesaria? No te preocupes. Tirar una buena caña de cerveza requiere mucha práctica pero no te hace falta una carrera universitaria ni convocar a un demonio. Solo hay que seguir estos pasos:

  1. Preparar el vaso: lo primero que hay que hacer es elegir un vaso adecuado para servir la cerveza. Recuerda que no todos los vasos son iguales. El vaso debe estar limpio y sin restos de grasa, y se debe humedecer con agua antes de usarlo, para eliminar posibles residuos y crear una película que ayude a deslizar la cerveza. Debe estar fresco, pero no congelado.
  2. Descartar las primeras gotas: Aunque te parezca un crimen “desperdiciar” preciosas gotas de cerveza, cuando el barril y el grifo están en reposo, es normal que se acumule algo de espuma en el tubo de salida, por lo que hay que eliminarla antes de servir la caña. Para ello, se abre el grifo durante dos o tres segundos sin poner el vaso debajo, hasta que salga cerveza líquida.
  3. Inclinar el vaso: se coloca el vaso cerca del grifo, con una inclinación de unos 45 grados, para evitar que se forme demasiada espuma al caer la cerveza. Algunos expertos recomiendan dar pequeños movimientos circulares al vaso mientras se llena.
  4. Poner el vaso en vertical: cuando el vaso esté lleno hasta las tres cuartas partes de su capacidad, se debe poner en posición vertical, para terminar de llenarlo con la cantidad adecuada de espuma.
  5. Retirar el exceso de espuma: si la crema supera los dos centímetros de grosor, se debe retirar el exceso con una espátula limpia y húmeda, pasándola por encima del borde del vaso con cuidado. Así se consigue una corona uniforme y compacta.

Los consejos para tirar una caña profesionalmente

Además de seguir los pasos anteriores, hay algunos consejos adicionales que pueden ayudarte a mejorar tu técnica y a ofrecer un servicio profesional:

  • Mantén el barril y el grifo en buenas condiciones: es importante cuidar el estado del barril y del grifo, ya que influyen directamente en la calidad de la cerveza. El barril debe estar colocado en posición vertical y a una temperatura constante de entre 4 y 6 grados. El grifo debe estar limpio y seco, y se debe abrir y cerrar de golpe, sin dejarlo a medias.
  • No llenes el vaso hasta el borde: deja siempre un pequeño espacio entre la crema y el borde del vaso, para evitar que se derrame la cerveza al transportarla o al beberla. Además, así se respeta el tamaño de la caña, que suele ser de unos 20 cl.
  • No mezcles cervezas de distintos barriles: ¡Sacrilegio! Ni siquiera si es el mismo tipo de cerveza de la misma marca debes hacer esto. No sirvas la caña con cerveza de dos barriles distintos, ya que puede alterar el sabor y la calidad de la cerveza. Lo mejor es servir una caña nueva con el barril nuevo.

 

Tirar una buena caña de cerveza requiere practica de dedicación. Es normal si al principio te salen cañas que son todo espuma o si cometes errores de principiante. Pero no te des por vencido y verás como pronto tiras unas cañas de cerveza que serán la envidia de todos tus amigos. Y si quieres aprender de los mejores, no te olvides de que en la fábrica Moritz de Barcelona puedes encontrar, entre otras muchas actividades, un estupendo taller de tiraje de cerveza que te dará todos los conocimientos necesarios para sentirte como un maestro cervecero de primera categoría.

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