Lúpulo en la cerveza: qué es y sus propiedades

¿Sabes ese regusto delicioso ligeramente amargo que notas cada vez que das un trago a tu cerveza preferida? El lúpulo en la cerveza tiene mucho que ver con ese sabor. Y como sabemos que eres un auténtico cervecero y que sientes curiosidad por la historia y el proceso de fabricación de tu bebida favorita, desde quién inventó la cerveza hasta cuántos grados de alcohol tiene la cerveza, hemos decidido hablarte un poco del lúpulo en la cerveza, qué es y qué aporta. ¡No pierdas detalle!

¿Qué es el lúpulo?

Vamos a empezar por lo más básico: El lúpulo es una planta trepadora cuyas flores se utilizan como uno de los ingredientes principales para la elaboración de la cerveza.

La planta es de la familia del cáñamo, por lo que ofrece algunos usos medicinales, terapéuticos e incluso estéticos similares (pero no te preocupes porque no coloca).

El lúpulo puede emplearse para combatir el insomnio y la ansiedad, para prevenir problemas de obesidad porque inhibe la formación de la grasa, como antiinflamatorio y analgésico natural para tratar migrañas y dolor de espalda y también para aliviar algunos síntomas de la menopausia.

¡Eso explica por qué la cerveza me sienta tan bien! ¿Verdad?” Nos encantaría decirte que sí, pero te estaríamos mintiendo. Si bien la presencia de lúpulo en la cerveza transmite algunos de estos beneficios, su máximo potencial está en otros formatos, como infusiones o ungüentos.

¿Para qué se usa el lúpulo en la cerveza?

Pero, si no es por todas sus propiedades, ¿por qué se añade lúpulo en la cerveza? Pues, porque este ingrediente es el que se encarga de equilibrar el dulzor de los azúcares provenientes de la malta, el cereal que se usa para la fermentación de la cerveza. Contiene una sustancia llamada lupulina, que se extrae de las flores secas de la planta y que contiene un tipo de ácidos que le dan el su característico aroma y sabor amargo al lúpulo.

El lúpulo se añade durante la ebullición del mosto, el líquido que se obtiene al mezclar la malta con agua. Dependiendo del momento en que se añada, se conseguirá más o menos aroma y un sabor más o menos amargo. Si se añade al inicio de la ebullición, se obtiene una cerveza más amarga mientras que si se añade al final, el resultado es una cerveza más aromática.

También se puede añadir el lúpulo durante la fermentación, mediante una técnica llamada “dry hopping”, que consiste en introducirlo en el tanque donde está la cerveza ya fermentada. De esta forma, se consiguen aromas más intensos y complejos, sin que aumente por ello el sabor amargo.

Parece mentira que un solo ingrediente pueda cambiar tanto el sabor de la cerveza ¿verdad? Ya deberías saber que esta bebida es casi mágica.

¿Qué tipos de lúpulo hay y cómo afectan a la cerveza?

Existen muchos tipos de lúpulo en el mundo, cada uno con sus características propias de sabor, aroma y propiedades que pueden transmitir a la cerveza, creando bebidas que suponen experiencias totalmente distintas. Se pueden clasificar según su origen geográfico o según su uso principal.

Según el lugar de origen, se pueden distinguir tres grandes grupos de lúpulos:

  • Lúpulo europeo: Es el más antiguo y tradicionalmente utilizado en la cerveza. Procede de países como Alemania, República Checa o Inglaterra. La cantidad de ácidos que contiene suele aportar un sabor suave y un aroma floral, herbal o especiado.
  • Lúpulo americano: Puede encontrarse en Canadá, Estados Unidos y también en Australia y es una variante más actual. La distinta concentración de ácidos logra cervezas de sabores más intensos y aromas frutales y cítricos.
  • Lúpulo asiático: Estás variantes también son relativamente nuevas y pueden encontrarse en países como Nueva Zelanda, Japón y China entre otros. Al añadir este tipo de lúpulo a la cerveza, se obtienen bebidas de sabores más equilibrados y con aromas florales.

Si lo prefieres, también puedes clasificar el lúpulo en la cerveza es según su uso principal:

  • Lúpulos amargos: son los que se usan para dar el amargor a la cerveza. Suelen tener un alto contenido en ácidos alfa y un bajo contenido en aceites esenciales, lo que les da un sabor fuerte y un aroma discreto. Se añaden al inicio de la ebullición para extraer sus ácidos alfa.
  • Lúpulos aromáticos: son los que se usan para dar el aroma a la cerveza. Suelen tener un bajo contenido en ácidos alfa y un alto contenido en aceites esenciales, lo que les da un sabor suave y un aroma intenso. Se añaden al final de la ebullición o durante la fermentación para extraer sus aceites esenciales.

¿Qué beneficios tiene el lúpulo en la cerveza?

Como ya te hemos comentado, desgraciadamente no podemos decir de buena fe que beber cerveza te vaya a ayudar a conseguir el cuerpo del verano sólo porque lleva lúpulo (recuerda que también contiene alcohol y otros ingredientes) por mucho que este ayude a combatir la formación de grasa.

Pero, además de dar sabor y aroma, el lúpulo en la cerveza tiene otros beneficios que se transfieren a las personas que la consumen, como por ejemplo:

  • Actúa como conservante natural de la cerveza, ya que tiene propiedades antibacterianas y antioxidantes que evitan su deterioro por microorganismos o por exposición al oxígeno. Esto evita la necesidad de emplear conservantes artificiales.
  • Mejora la estabilidad de la espuma de la cerveza, formando una red con las proteínas del mosto que hace que las burbujas sean más pequeñas y duraderas. ¿Acaso sería la misma experiencia sin esa coronita de espuma que te mancha la punta de la nariz en el primer trago?
  • Estimula el apetito y facilita la digestión. El lúpulo aumenta la secreción de jugos gástricos y favorece el movimiento intestinal. Lo de estimular el apetito igual no lo notamos tanto porque en España nos encanta acompañar nuestra cervecita con un par de tapas… ¿O igual es por eso?

 

Como ves, el lúpulo en la cerveza tiene muchos usos y propiedades. Es una planta con muchas propiedades beneficiosas para esta bebida y para quien la disfruta con moderación. Por eso te invitamos a probar diferentes tipos de cervezas con diferentes tipos de lúpulos y a descubrir sus sabores, aromas y efectos.

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